sábado, 27 de diciembre de 2014

LAS 5 HERIDAS DE LA INFANCIA

Pocas son las personas que podrían contarse entre quienes han tenido una infancia exenta de sin sabores y limitaciones, ya que todas las personas durante la infancia, en mayor o menor grado, de una u otra forma, hemos tenido experiencias agradables y desagradables, necesidades insatisfechas o asuntos inconclusos que si no los enfrentamos y resolvemos, nos acompañarán a lo largo de toda la vida, la mayoría de las veces afectando nuestra autoestima y por tanto las relaciones con los demás.
A estas experiencias dolorosas se les ha llamado heridas y la mayoría de las veces son resultado de experiencias vividas con los padres o con los adultos significativos.

Herida de rechazo:
El adulto que tiene esta herida vivió experiencias de rechazo en su niñez y tendrá la tendencia a rechazarse a sí mismo y a los demás, también rechazará experiencias placenteras y de éxito por el profundo sentimiento de vacío interno y por tener la creencia errónea de ser ”poco merecedor.” Culpa a los demás de ser rechazado y sin ser consciente de ello, es él quien se aisla creando así su círculo vicioso.
Su principal conducta es la de huidizo. Tiende a huir de las situaciones desagradables. No es muy partidario a socializar y tiende a abandonar lo que inicia. No se apega a las cosas ni a las personas. Considera sus relaciones y su dinero útiles aunque no le generan placer.
No sirvo para nada, lo que digo no le importa a nadie, no sé para que participo, no tengo capacidad para hacer esto, soy malo para esto, nadie me escucha… Éstos son los tipos de pensamientos que tiene y la forma de expresarse ante una dificultad.

Requiere trabajar las situaciones que le generan pánico, sus miedos internos y sus temores.
Afecta a la persona en el nivel del SER.

Herida de abandono:
La soledad se convierte en el peor miedo de quien vivió abandono en la infancia. Y su herida se convierte en su paradoja: “Quien vivió abandono tenderá a abandonar proyectos y parejas, hasta que haga consciente su carencia y se haga responsable de su vida y su soledad. Y piensa: Te abandono yo, antes de ser abandono por ti”.
Su principal conducta es la de dependiente. Su mayor temor es la soledad y no soporta estar a solas consigo mismo; al final acaba estando solo. Es retraído, no le gusta el contacto con los demás. Genera un verdadero drama ante una mínima situación sin importancia. Solicita y busca el apoyo de los demás ante los conflictos.
No estoy dispuesto a soportarlo más, nadie me apoya en esto, nadie me ayuda, prefiero estar solo, tú verás lo que haces, si abandonas no vuelvas…, son sus modos de comunicarse ante un problema.

Requiere trabajar sus temores más intensos, su miedo a la soledad y su rechazo al contacto físico.
Afecta al TENER y al HACER.

Herida de humillación:
Los adultos que tuvieron experiencias de todo tipo de abusos, incluyendo el sexual, o experimentaron humillaciones, comparaciones o que fueron ridiculizados, avergonzados por su aspecto físico, por sus actitudes y/o comportamientos durante su niñez, suelen llevar esa carga a cuestas y la mayoría de las veces son seres inseguros, tímidos e indecisos que en lo más profundo de su ser se sienten culpables y no creen tener derechos elementales, e incluso pueden dudar de su derecho a existir.
La conducta principal es de dependiente. Es orgulloso, rígido y masoquista, generando cierto placer en el sufrir. Necesita estar atado a otras personas y cargar con los problemas de los demás.
No lo merezco, no soy digno, soy muy poca cosa para esto, no tiene importancia… son algunos modelos que usa habitualmente para expresarse

Requiere trabajar la dependencia, la libertad y el desapego. Es lo que más desea y a la vez lo que más teme.

Herida de traición:
El adulto con herida de traición será un desconfiado empedernido, ya que no se permite confiar en nada ni nadie. Su mayor miedo es la mentira y buscará de manera inconsciente involucrarse en situaciones en las que irremediablemente será traicionado. Cumpliéndose la profecía que él mismo decretó: “No confíes en nadie, todo mundo traiciona”. La mayoría de quienes experimentan celotipia tuvieron vivencias de traición en su niñez.
La principal conducta es la de controlador. Le gusta tener el control sobre los demás para así evitar ser traicionado. Su carácter es fuerte para justificar su capacidad de control y le gusta manejar grupos. Los mayores miedos del controlador son el disociarse de sí mismo y separarse o perder a su pareja.
Suele confirmar sus principales temores provocando que se produzcan.
Permíteme terminar, aún no he acabado de hablar, ¿me entiendes, verdad?, ten confianza en mí, déjame que lo haga solo, yo lo sé hacer bien, justamente es lo que quiero, exactamente es lo que tienes que hacer, tienes lo que te mereces, es la forma común de comunicación del controlador.

Requiere trabajar su paciencia, su tolerancia y vivir el momento presente. Aprender a estar sólo y a delegar responsabilidades de manera efectiva y confiadas son sus principales retos.

Herida de injusticia:
Experimentar la inequidad es el peor enojo de quien tiene herida de injusticia, y es posible identificar a quienes la han vivido en su niñez al observar las reacciones desproporcionadas y neuróticas ante alguna situación injusta. Todas las personas en algún momento hemos vivido o presenciado situaciones injustas, sin embargo a quienes tienen la herida les es imposible lidiar con ello y sus reacciones tienden a la autodestrucción. Una de las características más importantes es su gran temor a equivocarse y su tendencia a buscar la perfección, lo cual les trae mucha frustración y su gran reto para sanar es buscar la flexibilidad y la humildad.
Su principal conducta es la rigidez. Intentan ser muy importantes y proyectar fuerza y poder. Fanáticos del orden y de conducta perfeccionista, solo confían en sí mismos y les cuesta tomar acción. Le gusta dar órdenes y dirigir.
Justamente eso es lo que quiero, exactamente es lo que debes hacer, creo que es justo, estás de acuerdo conmigo… es la manera de comunicar más común.

Requiere trabajar su desconfianza y su rigidez mental. Generar flexibilidad y confianza hacia los demás es su mayor reto.

Desafortunadamente, cuando nos negamos la oportunidad de trabajar en la sanación de estas heridas, estaremos repitiendo patrones conductuales enfermos que a nosotros nos dañaron en nuestra niñez y de forma inconsciente se perpetuará el círculo vicioso del cual hemos huido, dañando ahora a nuestros hijos. Las heridas se muestran en nuestra comunicación llena de chantajes, manipulación y control, afectando así la calidad de nuestra relación con ellos.

Lise Burbeau – Las cinco heridas que impiden ser uno mismo

Fuente

CÓMO SOBREVIVIR A LA NAVIDAD por Borja Vilaseca

Ya están aquí. Como cada año por estas fechas, vuelven las fiestas de Navidad. Las calles se visten de gala, cubriéndose con adornos despampanantes. La televisión nos bombardea con anuncios de juguetes para niños, perfumes para mujeres y relojes para hombres. Mientras, los comerciantes se frotan las manos, viendo cómo se disparan las ventas y el consumo.

A pesar de la crisis económica, en los últimos años las familias españolas vienen destinando una media de 820 euros a sus compras navideñas, 500 de los cuales se gastan en regalos, según los estudios realizados por Deloitte. Y este importe crece año tras año. De ahí que se diga, cada vez con más fuerza, que esta crisis es una crisis de valores y de consciencia. Cegados por el materialismo, estamos perdiendo de vista lo más importante: cultivar en nuestro corazón la felicidad, la paz y el amor. Porque, ¿de qué sirve comprar cosas si no amamos con mayúsculas a quienes se las regalamos?
La ironía es que en medio de este exceso consumista, también se nos recuerda –con cierto tono moral– que lo más importante es que seamos “buenas personas”. De ahí que los ricos dediquemos estos días para hacer “buenas obras”, atendiendo a los pobres. Es decir, a los que tienen menos. Parece como si en esta época del año tuviéramos que ser buenos samaritanos simplemente porque toca. Lo cierto es que pocos cuestionamos nuestras verdaderas motivaciones, preguntándonos honestamente por qué –precisamente ahora– hacemos lo que el resto del año no solemos hacer.

¿EN MEMORIA DE JESÚS?

“Aunque tienen ojos, no ven. Y aunque tienen oídos, no escuchan ni comprenden” (Jesús de Nazaret)
La Navidad es una de las fiestas más importantes del cristianismo. Celebra el nacimiento de Jesús de Nazaret, un filósofo revolucionario cuyas enseñanzas atentaban contra las creencias religiosas y los intereses políticos del statu quo de su época. Probablemente, si hoy volviera a nacer seguiría yendo en contra del actual orden establecido. Más que nada porque sus palabras nos inspiran a cambiar de mentalidad, aprendiendo a ser felices para amar a los demás y a la vida como a nosotros mismos.
Contrariamente a lo que se suele creer, este sabio no fundó el cristianismo. Tras ser crucificado por los sacerdotes de su época, sus enseñanzas fueron extendiéndose rápidamente. De hecho, fueron los emperadores y los clérigos quienes crearon e institucionalizaron la religión cristiana por toda la cuenca del Mediterráneo.

Así, en el año 313, a través del edicto de Milán, el emperador Constantino el Grande legalizó el cristianismo. Y doscientos años después, el emperador Justiniano I la declaró “religión oficial” del Imperio romano. Aunque ningún historiador sabe el día exacto en que nació Jesús, la Navidad se celebra el 25 de diciembre. Etimológicamente, esta palabra procede del latín “nativitas”, que significa “nacimiento”.

LA RIQUEZA DEL CORAZÓN

“Encuentra el reino de Dios dentro de ti y todo lo demás se te dará por añadidura” (Jesús de Nazaret)

Al haber edificado nuestra existencia sobre un sistema capitalista que promueve la filosofía del materialismo, actualmente la Navidad se ha alejado de su sentido original: recordar la filosofía esencial predicada por Jesús. Es decir, aprovechar esta época del año para recogernos y hacer balance –desde una perspectiva emocional– del rumbo que está tomando nuestra vida. No en vano, el mensaje de este sabio es que la verdadera riqueza reside en el amor y que los regalos auténticos son los que se hacen con el corazón.

A día de hoy la Navidad se ha distorsionado a causa del mercantilismo y el consumismo imperantes. De ahí la aparición del simpático y bonachón Santa Claus, que trae regalos a los niños que se portan “bien”, y muchos regalos a los niños que se portan “muy bien”. Estas fiestas también afectan a los adultos. Por más que no sepamos qué regalarnos, cada año compramos cosas innecesarias para cumplir con la tradición. En algunos casos, parece como si nuestro amor se midiera en función de la cantidad y la calidad de nuestras compras.

Con la Navidad también vuelven las ansiadas comidas y cenas familiares. Sin duda alguna, el momento más esperado del año. Dado que a lo largo de los otros trescientos sesenta y dos días apenas encontramos tiempo para disfrutar de nuestra mutua compañía, los días veinticuatro (“Nochebuena”), veinticinco (“Navidad”) y veintiséis (“San Esteban”) de diciembre son idóneos para pasar un agradable rato juntos y así ponernos al día.

Sin embargo, muchos nos relacionamos no porque queramos o nos apetezca, sino porque sentimos la obligación de hacerlo. No en vano, en cada núcleo familiar se han establecido una serie de ritos y tradiciones, muchos de los cuales son impuestos por la sociedad. Y aunque nunca hemos asumido estos compromiso sociales, se da por hecho que hemos de cumplirlos. Si bien a muchos acudimos con alegría, a otros vamos con cierta pereza y resignación. O dicho de otra manera: vamos para no sentirnos culpables, evitando ser juzgados por el resto de nuestra familia.

ENTRENAR LA COMPASIÓN

“Amad a vuestros enemigos. Bendecid a los que os maldicen. Haced el bien a lo que os aborrecen. Orad por los que os calumnian y os persiguen. Y perdonarlos a todos, porque no saben lo que hacen.” (Jesús de Nazaret)

Precisamente por este motivo, mañana, pasado y el otro volveremos a reunirnos con los diferentes miembros de nuestra carismática familia. A su lado compartiremos charlas, turrón, alcohol y villancicos. Con algunos el trato es cordial. Con otros, incluso cómplice y amistoso. Y aunque cada hogar tiene su propia historia y su forma única y especial de relacionarse, en cada familia suele haber algún que otro personaje problemático y conflictivo. Por más adornado que esté el salón donde nos reuniremos, bajo la alfombra suelen esconderse todo tipo de miedos, resentimientos y envidias. A veces basta un pequeño comentario para desenterrar viejas heridas emocionales, y que empiece a liarse la marimorena.

Esta es la razón por la que algunos solemos ver estos encuentros como un “problema”. Es decir, como una situación en la que al estar con unas determinadas personas que dicen según qué cosas podemos potencialmente perturbarnos a nosotros mismos. Que si el abuelo gruñón critica nuestro estilo de vida. Que si el tío vanidoso presume de lo que nosotros no tenemos. Que si el primo chistoso nos lanza bromas afiladas sobre nuestra forma de ser. En el nombre de la confianza, parece como si tuvieran carta blanca para decir lo que piensan sin tener que pensar en lo que dicen.

Sea como fuere e inspirados por el mensaje esencial de Jesús, podemos aprovechar estos tres días navideños para entrenar los músculos de la empatía, la aceptación, el perdón y la compasión. Gracias a estas cualidades, podemos ver estos encuentros no como “problemas”, sino como “oportunidades de aprendizaje”. No obstante, nadie puede herirnos emocionalmente sin nuestro consentimiento. También es fundamental recordar que todo el mundo lo hace lo mejor que puede en base a su nivel de comprensión y a su grado de bienestar.

De hecho, nuestros familiares más conflictivos son precisamente los más egocéntricos y, en consecuencia, los que más sufren. Y dado que viven y funcionan de forma inconsciente, no son dueños de sus pensamientos, de sus palabras, de sus actitudes ni de sus conductas. De ahí que en última instancia no sean responsables de sus actos. Paradójicamente, no existe ningún escenario mejor para practicar el verdadero amor que el que nos proporcionan estas conflictivas ceremonias navideñas.

¿QUÉ HA SIDO DEL FUEGO?

“Ama al prójimo como a ti mismo” (Jesús de Nazaret)

Hace muchos siglos, un hombre descubrió el arte de hacer fuego. Al día siguiente, cogió todos los elementos necesarios y se dirigió hacia el norte, donde se encontraban las tribus que más sufrían los efectos del frío glacial. Nada más llegar, les enseñó cómo crear fuego, así como sus enormes ventajas para la supervivencia. En un par de días, los habitantes ya sabían encender hogueras y las utilizaban para cocinar y calentarse.

Y antes de que tuvieran tiempo de darle las gracias al inventor, éste ya se había marchado. No estaba interesado en recibir agradecimientos ni alabanzas. Sólo quería que la gente se beneficiara del fuego. Y así fue como poblado tras poblado, poco a poco su fama empezó a extenderse por el país.

Sin embargo, de pronto se encontró con un gran obstáculo. Los sacerdotes de la época comenzaron a temer la enorme popularidad cosechada por aquel sabio inventor. Estaba disminuyendo la influencia y el control que tenían sobre la gente. Por esa razón decidieron envenenarlo. Y los habitantes, desolados, empezaron a sospechar de los clérigos. Para evitarse mayores conflictos, los sacerdotes mandaron hacer un enorme retrato del inventor. Lo colocaron en el altar principal de cada templo y crearon una serie de rituales para honrarlo. Pero ya nadie hacía fuego.

Así fue como cada semana la gente acudía en masa a las iglesias a rendir homenaje al inventor y a los elementos que permitían crear fuego. Las ceremonias se seguían al pie de la letra. Se habían convertido en una tradición nacional. Los sacerdotes recordaban por medio de grandilocuentes sermones los beneficios inherentes al fuego. Y la gente aplaudía y los veneraba. Todo el mundo hablaba del inventor. Y así ha sido desde hace más de dos mil años. A día de hoy abundan las estampitas que ilustran las llamas. Y los cantos sobre el calor y el olor que desprendía. Sin embargo, desde la muerte de aquel inventor, en aquel lugar jamás se ha vuelto a encender fuego.

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lunes, 22 de diciembre de 2014

LA ORBITA MICROCOSMICA

Igual que la se desplaza por su órbita alrededor del sol, la energía fluye en el Ser Humano por la Órbita Microcósmica. Según la filosofía taoísta y la Medicina Tradicional China es la unión de los dos canales energéticos más importantes del cuerpo humano: El Vaso Concepción y el Vaso Gobernador.

Al aprender a respirar, meditar y usar la orbita microcósmica obtenemos la llave para abrir y cerrar la energía, cuidarla y expandirla a todas la áreas del cuerpo fisico y de los cuerpos sutiles y energéticos.


Vaso Concepción y Vaso Gobernador
Son dos de los 8 vasos maravillosos, canales por donde la energía puede ir tanto en sentido ascendente como descendente. Estos dos canales, en esencia, dirigen la energía hacia el Cielo y tienen la particularidad de que, al unirlos, uno de los dos se adapta y dirige la energía hacia la Tierra.

A estos canales se les llama el Mar del Yin y el Mar del Yang porque en ellos desembocan el resto de los canales energéticos. Son dos grandes embalses de las esencias Yin y Yang.

Para conectar el circuito de la Órbita Microcósmica basta con colocar la punta de la lengua en contacto con el paladar, contraer el perineo y hacer fluir la energía por todo su recorrido. Una órbita microcósmica abierta posibilita circular la fuerza vital (Chi) a través del cuerpo y expandirla hacia fuera para conectar con las fuerzas de la naturaleza y con la energía de la Tierra. Con unas técnicas muy concretas de relajación y concentración, esta práctica conduce el Chi a través de los meridianos más importantes del cuerpo.

El canal Yin y el canal yang se mezclan en armonía, incrementando el flujo de Chi y enviando energía, hormonas y vitalidad a todo el cuerpo. La energía es percibida, transformada y absorbida por cada punto u órgano que la necesite.

El Vaso Concepción (REN MAI) comienza en la parte anterior del perineo, asciende por delante del cuerpo y termina en la punta de la lengua. Es un meridiano Yin, femenino, frío.

El Vaso Gobernador (DU MAI) comienza en la parte posterior del perineo, sube por la columna vertebral hacia la corona, la zona alta de la cabeza, desciende por la frente y termina en el paladar, por encima de los dientes incisivos. Es un meridiano Yang, masculino, cálido.


CARACTERISTICAS ENERGETICAS Y BENEFICIOS DEL TRABAJO CON LA ORBITA MICROCOSMICA

Circuito sin fin (Retroalimentación)
Al mover la energía por la Órbita Microcósmica, ésta no se va a ningún sitio, la mantengo movilizándose dentro del sistema. La elevo hacia el Cielo nutriéndose de él y la bajo a la Tierra nutriéndose de ella. No busco que se fugue hacia el Cielo ni hacia la Tierra. Dejo que fluya de manera que cuanto más la muevo más se va alimentando y creciendo. La finalidad simultánea es trascender y enraizarme, unir el Espíritu y la Materia. Cuanto más alto me elevo más profundamente me enraízo. A imagen y semejanza del árbol que cuanto más alto es más profundas son sus raíces.

Alimenta todos los canales de Energía
Mientras estoy haciendo circular la energía por el Mar del Yin y del Yang estoy dirigiéndola también a todos los canales Yin y Yang que beben de estos embalses.

Equilibra el Yin y el Yang
En esta comunicación de los dos canales llevo la energía Yin por el canal Yang y viceversa, armonizando ambas, creando una mezcla poderosa y estable. El agua y el fuego se convierte en vapor, chi, energía vital. El Yin representa la Tierra, el plano material, el mundo físico. El Yang representa el Cielo, el plano espiritual el mundo divino. Unir Tierra y Cielo significa hacer la paz entre los dos polos y vivir en plenitud. Conectar con el potencial ilimitado y manifestarlo a través de las palabras, acciones, pensamientos y sentimientos.

Fortalece el aura
Al mover la energía circularmente alrededor del cuerpo mi aura se limpia, se amplifica, se ilumina... generandome bienestar y atrayendo hacia mi altas vibraciones... me estoy convirtiendo en un electroimán. Mi campo magnético será fuerte y armonioso, y podre expandir esa armonia, irradiarla, contagiando a mi entorno.

Recicla las emociones
El circuito está abierto para la canalización de todo tipo de energías. La ira o la tristeza, por ejemplo, pueden liberarse y ayudarme a movilizar la Órbita. Las emociones actúan como combustible extra dentro de este proceso.

Potencia la capacidad de sanación a través de las manos
Cuando la energía circula por la Gran Vértebra, la séptima vértebra cervical, se ramifica por los canales yang de los brazos hasta las manos aumentando la capacidad de dar y recibir a través de ellas.

Guía la energía sexual
La apertura de la Órbita es la herramienta básica e imprescindible de las prácticas de Amor Sanador (Tao Sexual). Después de guiar todo tipo de energías por el vaso Concepción y Gobernador llega el momento de llevar ahí también la energía sexual en frío (sin estimulación) y en caliente.


APERTURA DE LA ORBITA MICROCOSMICA: LOS PUNTOS ENERGETICOS

Hay muchas técnicas que sirven para tomar conciencia de todos los puntos de la Órbita. Durante muchos años la práctica consistía en visualizar el recorrido y eso muchas veces la convertía en algo más virtual que real. "El Tao comienza con el sentir" dice un maestro de Tao y verdaderamente compruebo que al sentir la Órbita la sensación es más intensa que imaginándomela.

Descubro entonces por donde fluye mejor la energía, donde hay congestión y cual es el ritmo auténtico que está siguiendo. Puede ir en un sentido o en el otro, más rápido o más lento. A partir de esta toma de conciencia puedo actuar para equilibrarla.

La respiración y la movilización de la columna vertebral me ayudan a calentar y desbloquear cada uno de los puntos. Puedo realizar movimientos de Chi Kung como la Respiración Medular, la Tortuga o la Grulla para sentirlos.

También puedo estimularlos a través del contacto con presión, fricción, roce o calor; para percibir mejor y localizar la zona exacta donde se encuentra cada punto.

Puntos Principales de la Órbita

El ombligo: Palacio de la Mente
El ombligo es la cicatriz del cordón umbilical, única vía de alimentación fetal y esta función nutricia persiste para siempre. Es el centro del denominado "cerebro abdominal".

El Tan Tien Inferior: Campo de Elixir Inferior
En este "campo de elixir" acumulo muchísima energía, es como una enorme batería recargable. Aporta vitalidad y alarga la vida.

El Pubis: Palacio Ovárico/Espermático
Activado conlleva el aumento de la energía sexual y la creatividad.

Perineo: Puerta de la Vida y de la Muerte
Es la toma de tierra del cuerpo humano. Ayudará en el proceso de enraizamiento y a evitar las pérdidas de energía por las puertas inferiores.

Coxis
Actúa a nivel energético como una antena receptora de la energía terrestre. El coxis forma junto con el sacro un triángulo invertido que bombea el líquido cefalorraquídeo hasta la base del cráneo.

Puerta de la Vida (Altura de los riñones)
Situado entre la segunda y tercera vértebra lumbar y en medio de los riñones. Cuando está drenado se siente apertura, generosidad, abundancia. Cuando está disperso hay inseguridad y miedo. Se conecta con los riñones, reservas de esencia primordial, raíces de la vida y origen de lo innato. El punto drenado fortalece el riñón y por tanto vence la astenia. Previene problemas sexuales como impotencia y eyaculación precoz. Produce la activación de los riñones y las glándulas adrenales. Carga la batería del caldero inferior o Tan Tien Inferior. Aumenta la fuerza de voluntad y fortalece los riñones.

T11: Centro Adrenal
Estimula la función del sistema nervioso recargando el Tan Tien. Genera vitalidad y confianza.

Punto de las Alas (Espalda a la Altura del corazón)
Rige las emociones. Genera sensación de bienestar libertad, alegría y capacidad de perdonar.

C7: La Gran Vértebra
En este centro se produce la reunión de todos los canales yang del cuerpo y dirige la energía por los canales de las manos. Este punto está especialmente indicado para las personas que hagan terapias manuales y sanación.

La Almohada de Jade
Punto situado en el cruce del borde occipital con la línea central de la cabeza. Es uno de los tres puntos de la espalda donde el Qi tiende a bloquearse, y el más difícil de abrir. Por eso se conoce también por el nombre de "La puerta de hierro".Actúa en sinergia con la bomba sacra y abre la entrada al cráneo. Conecta con los sentidos y la intuición. Aclara la mente.

La Corona
Este punto está conectado a todos los canales energéticos y abre el Palacio de Cristal, la bóveda craneal. Para los taoístas la meditación en el Palacio de Cristal conlleva el control de la mayoría de las funciones fisiológicas, energéticas y espirituales del hombre. Conecta con el Cielo, el Espíritu. Aporta claridad mental.

El Entrecejo
Se encuentra en la hipófisis. Activa funciones en el cuerpo tan importantes como el crecimiento, la lactancia, el metabolismo celular, la función renal, la presión sanguínea, etc. Es el centro de la visualización y del conocimiento espontáneo.

La Boca: Estanque Celestial
Al unir la punta de la lengua con el paladar estoy conectando el Canal Gobernador y el Canal Concepción.

La Garganta
Abre la comunicación ya que hace de intermediario entre el corazón y la lengua. Ayuda en la práctica del Yoga del Sueño. Regula la tiroides.

El Corazón
Abre la puerta a las emociones más puras del ser humano. Potencia el sistema inmunológico a través de la glándula timo.

El Plexo Solar
Relacionado con el bazo, páncreas, estómago e hígado. Mejora la calidad del aura y de los procesos digestivos y de asimilación.

Audio del ejercicio

Fuente

domingo, 21 de diciembre de 2014

LAS CASUALIDADES NO EXISTEN

La ponencia "Las casualidades no existen" se realizó en el marcó del III Encuentro 'Despertar de la Consciencia', organizado por Merry Human Life. En esta conferencia, Borja Vilaseca comparte 7 claves para amar la vida tal como es, reflexionando sobre las leyes que rigen el funcionamiento del Universo.